Y después de días llenos de lágrimas, días sin ganas de nada, días echándote de menos y clavándome puñaladas cada vez que pensaba en la distancia que nos separaría, después de algunos de los días más tristes de mi vida, comprendí que podía ver esto como una lección.
Esta lección me ayudaría a valorar más las cosas que tengo, a mejorarme a mí misma y a considerar que tengo 3 años para perfeccionar cada uno de mis aspectos.
Mientras tanto, debo tener paciencia, y soportar en el día a día el dolor que me produce el no poder ver a única persona que he querido en mi vida. ¿De qué sirve estar triste? Dime, tengo 1000 días para disfrutar de lo maravillosa que es la vida.
Hay que aprender a vivir con cada uno de los matices que presenta la vida.
Afrontar cada problema y cada obstáculo, conseguirás lo que quieras si realmente lo deseas.
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